Los primeros resultados preliminares indicaban que el referéndum sobre el futuro de Moldavia en la UE sería un “no”, pero un aumento de votos de última hora desde la diáspora del país del este de Europa cambió el resultado a favor del “sí” por un margen mínimo.
Un referéndum sobre la candidatura de Moldavia para ser miembro de la Unión Europea se aprobó por un margen extremadamente estrecho, con la diferencia entre los votos “sí” y “no” contada en cientos.
Aunque los primeros recuentos preliminares mostraban que la mayoría de los moldavos rechazaba la propuesta de incluir el camino hacia la UE en la constitución del país, un impulso de votos de moldavos en el extranjero dio al campo del “sí” el empujón esperado.
Según los últimos resultados preliminares, con el 99.5% de los votos contados, los dos bandos permanecen firmemente divididos, con un 50.3% a favor y un 49.7% en contra. Sin embargo, el recuento confirma que el referéndum ha pasado.
La participación en la votación del domingo superó el 50%, mucho más que el 33% necesario para que el referéndum fuera válido.
Acusaciones de interferencia
La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, quien parece lista para ganar la primera ronda de una carrera presidencial, acusó a “grupos criminales” de intentar sabotear el referéndum, el cual estuvo a punto de ser rechazado.
A principios de octubre, las autoridades moldavas descubrieron un esquema masivo de compra de votos, supuestamente orquestado por Ilan Shor, un oligarca prorruso exiliado que reside actualmente en Rusia. Según se informó, Shor pagó 15 millones de euros a 130,000 personas para interferir en los dos procesos electorales.
Shor, condenado en ausencia el año pasado y sentenciado a 15 años de prisión por fraude y lavado de dinero en relación con casi mil millones de euros desaparecidos de bancos moldavos en 2014, negó las acusaciones, afirmando que “los pagos son legales” y citando el derecho a la libertad de expresión. Su partido, el Partido Shor, prorruso y populista, fue declarado inconstitucional y prohibido el año pasado.
El jueves, las autoridades moldavas frustraron otro complot en el que más de 100 jóvenes moldavos recibieron entrenamiento en Moscú de grupos militares privados para generar disturbios civiles en torno a las dos votaciones. Algunos también asistieron a “entrenamientos más avanzados en campamentos de guerrilla” en Serbia y Bosnia, según la policía, y cuatro personas fueron detenidas durante 30 días.
Contexto político
Desde 2021, Moldavia cuenta con un gobierno prooccidental, un año después de que Sandu ganara la presidencia. Se espera que el próximo año se celebren elecciones parlamentarias.
Moldavia, una exrepública soviética con una población de aproximadamente 2.5 millones de personas, solicitó su ingreso en la UE tras la invasión a gran escala de Rusia a la vecina Ucrania a principios de 2022 y fue aceptada como candidata ese mismo verano junto con Ucrania. En junio, Bruselas acordó iniciar las negociaciones para su adhesión.