La vida en Francia es un sueño para muchas personas atraídas por los hermosos paisajes del país, su alta calidad de vida y las 1,200 variedades de queso. Sin embargo, convertir este sueño en realidad implica enfrentar una serie de desafíos complejos, desde las solicitudes de visa hasta dominar el idioma local.
Para Plinio Herrera Schuwirth, un chileno que decidió mudarse a Francia, la elección no fue impulsada por las razones habituales. Este aventurero, que se define como “adicto a aprender cosas nuevas y a conocer nuevas culturas”, se trasladó en busca de un tipo diferente de sueño francés.
Después de haber pasado gran parte de su carrera como gerente de operaciones y gerente general en una empresa agrícola, Plinio desarrolló una pasión por la sostenibilidad. Con ganas de explorar su interés en trabajar con cuestiones de Medio Ambiente, Social y Gobernanza (ESG), comenzó a investigar oportunidades en educación ESG.
En su búsqueda en línea, encontró a EDHEC, una prestigiosa escuela de negocios francesa con campus en Lille, Niza, París, Singapur y Londres. Se sintió atraído de inmediato por la escuela, gracias a su enfoque personalizado, su diversidad de estudiantes y su reputación como líder global en educación ESG. El Global MBA de EDHEC es reconocido por su enfoque en ESG, clasificándose constantemente entre los cuatro mejores del mundo según el Financial Times.
“Vi sus videos en YouTube y me interesé de inmediato”, dice Plinio. “Me atrajeron especialmente algunos cursos únicos que no están ampliamente disponibles en otros programas de MBA, como Coaching de Liderazgo y Gestión del Riesgo Criminal.”
Descubre la gama de especializaciones de MBA de EDHEC que la destacan entre las demás
Una puerta abierta
Plinio decidió dar el salto, inscribiéndose en EDHEC y mudándose a Francia con una visa de estudiante junto a su esposa y sus dos hijas pequeñas. Desde el primer día, la escuela estuvo allí para apoyarlo y asegurarse de que la mudanza fuera lo más fluida posible. “EDHEC va más allá para ofrecer una experiencia personalizada. Incluso te conecta con otros estudiantes que han enfrentado situaciones similares, como mudarse al extranjero con una familia, encontrar escuelas para los niños o otros desafíos.”
Gracias al tamaño reducido de la cohorte del Global MBA, Plinio no tuvo problemas para integrarse en la vida francesa y sentirse parte de la comunidad profesional. “Conoces a todos, a diferencia de las escuelas con cohortes grandes e impersonales”, explica. “Incluso hoy, cuatro años después del MBA, sigo en contacto con algunos profesores y directores.”
Aunque Plinio reconoce que un residente extranjero puede construir una red en Francia sin asistir a una escuela de negocios, cree que acceder a una red de tan alta calidad habría llevado años de desarrollo independiente. “Te da una ventaja, especialmente al mudarte al extranjero y comenzar desde cero.”