Jake Paul, el YouTuber de 27 años convertido en boxeador, derrotó por decisión unánime a Mike Tyson, de 58 años, en un combate de peso pesado celebrado este viernes en Arlington, Texas. Según las tarjetas de puntuación, Paul ganó ampliamente con resultados de 80-72, 79-73 y 79-73.
Un combate sin emoción ni espectáculo
La cobertura mediática del evento estuvo lejos de ser emocionante. Aunque fue sancionado como un combate profesional, no cumplió con las expectativas. Tyson (50-7, 44 nocauts) recibió solo 18 golpes en los ocho asaltos, prácticamente uno por cada millón de dólares que ganó por su regreso al ring. Según el acuerdo, “Iron Mike” obtuvo 20 millones de dólares, mientras que Jake Paul, con un récord de 11-1 y 7 nocauts, se llevó 40 millones.
Netflix, a pesar de algunos problemas técnicos durante la transmisión, celebró su éxito como poseedor de los derechos exclusivos. Fue un negocio rentable, pero no un gran espectáculo. Incluso hubo abucheos al final, cuando Paul bajó los brazos en señal de respeto durante los últimos diez segundos del combate.
Un combate “profesional” con pocas emociones
El enfrentamiento parecía más un guion para evitar lesiones que una pelea real. Tyson mostró peligro en el primer asalto, dando la impresión de que podría noquear a Paul, quien es 31 años menor. Sin embargo, esa ilusión se desvaneció en el tercer asalto. Desde entonces, Paul tomó el control, conectando 78 golpes (60 más que Tyson) para asegurar la victoria.
Ambos boxeadores evitaron salir humillados: Paul no cayó de rodillas en un mal momento que pudiera dañar su incipiente carrera, mientras que Tyson, conocido en su tiempo como “el hombre más temido del planeta”, no sufrió un desprestigio total, aunque su condición física dejó mucho que desear a medida que avanzaba el combate.
“Solo me demostré algo a mí mismo,” dijo Tyson al final del combate, satisfecho por haberlo terminado. Luchó con una rodillera en su pierna derecha debido a una lesión, un tema que había generado dudas desde el anuncio de la pelea.
Problemas de salud y preparación de Tyson
La pelea estaba originalmente programada para el 20 de julio, pero fue pospuesta después de que Tyson sufriera un agravamiento de una úlcera estomacal durante un vuelo. El ex campeón reveló que perdió 12 kilos por la enfermedad. “Tenía una úlcera enorme, de seis centímetros, y estaba sangrando. Mis amigos me llamaban como si estuviera muriendo. Pregunté al médico si iba a morir y no me dijo que no,” confesó Tyson en un documental previo al combate transmitido por Netflix.
Condiciones especiales para el combate
Debido a la edad de Tyson y su estado de salud, algunos estados se negaron a aprobar la pelea. Texas lo permitió, pero con condiciones especiales: el combate tuvo ocho asaltos en lugar de los diez o doce habituales, cada uno de dos minutos en lugar de tres, y los boxeadores usaron guantes de 14 onzas para reducir el impacto de los golpes.
Una victoria más para Jake Paul
Jake Paul suma otra victoria a su récord, que incluye triunfos frente a peleadores de MMA y boxeadores poco conocidos. Aunque sus combates generan atención mediática, siguen siendo criticados por su calidad. Tyson, por su parte, no descarta volver al ring y hasta lanzó un desafío al hermano de Jake, Logan Paul, también YouTuber y estrella de la WWE.
Al final, ambos boxeadores terminaron satisfechos, pero el verdadero perdedor, una vez más, fue el boxeo.