Pep Guardiola ha confesado que su sueño se ha visto afectado por la profunda crisis que atraviesa el Manchester City. Una de las derrotas más impactantes de su carrera añadió más presión, dejando a su equipo y al entrenador en un estado de incertidumbre.
Un derbi doloroso para Guardiola
Guardiola mostró nerviosismo y frustración durante el derbi de Manchester, incluso después de que el City liderara gracias a un gol de cabeza de Josko Gvardiol en el minuto 36. Su reacción al gol fue de aparente desdén, ya que se originó en un centro desviado y no en una jugada acorde a su estilo purista.
La calma fue efímera. En el minuto 88, un error de Matheus Nunes permitió que Amad Diallo empatara a través de un penal convertido por Bruno Fernandes. Solo dos minutos después, un balón largo de Lisandro Martínez dejó a la defensa del City inmóvil, y el portero Ederson, fuera de posición, permitió a Diallo marcar desde un ángulo cerrado.
Este resultado marcó la primera vez que el Manchester City, campeón defensor de la Premier League, perdió un partido tras liderar tan tarde en el juego. Fue una derrota que expuso los problemas actuales del equipo y la vulnerabilidad que ahora perciben sus rivales.
Guardiola: “No soy lo suficientemente bueno”
En declaraciones para Match of the Day, Guardiola ofreció una evaluación brutal:
“No soy lo suficientemente bueno. Soy el jefe. Soy el entrenador. Tengo que encontrar soluciones y hasta ahora no lo he hecho. Esa es la realidad.”
El entrenador reconoció que una renovación seria del equipo deberá esperar hasta el verano, aunque las señales de alerta se han multiplicado en las últimas semanas. El aura de invencibilidad del City parece desvanecerse, y los rivales ahora sienten que pueden competir hasta el último minuto.
Problemas que enfrentan Guardiola y el Manchester City
El Manchester City se encuentra en una posición desconocida. Nueve puntos detrás del líder Liverpool, y con un partido más jugado, sus aspiraciones al título de la Premier League parecen haberse desvanecido. Además, su desempeño en la Champions League también está en peligro tras otra derrota, esta vez contra la Juventus.
Guardiola ha señalado que el equipo debe “sobrevivir” esta temporada, aunque el término “sobrevivir” parece extraño para un club acostumbrado a la grandeza. Sin embargo, la realidad es que su plantilla se ha envejecido colectivamente y ha perdido el hambre insaciable de triunfos.
Entre los jugadores clave afectados por la edad y las lesiones se encuentran:
- Kevin De Bruyne, de 34 años en junio, cuya salida del campo tras 68 minutos contra el United refleja el impacto del tiempo.
- Kyle Walker, de 34 años, quien se ve cada vez más expuesto en la defensa.
- Ilkay Gundogan, de 34 años, ya no tiene la energía para influir en los partidos como antes.
Incluso las estrellas más jóvenes, como Phil Foden y Jack Grealish, no han estado a la altura de las expectativas esta temporada. Foden ha marcado solo tres goles y ha dado dos asistencias en 18 apariciones, mientras que Grealish no ha anotado para el City en un año.
Erling Haaland, el goleador estrella, también enfrenta problemas. Después de un inicio brillante, con 10 goles en los primeros cinco partidos, solo ha marcado tres en los últimos 11 encuentros de la Premier League.
La reconstrucción: un desafío titánico
Guardiola reconoció que el proceso de reconstrucción no será rápido. Las actuaciones recientes han dejado en evidencia la magnitud del trabajo que necesita hacerse. Además, mientras el City busca renovarse, sus rivales también están fortaleciendo sus plantillas.
Los problemas defensivos también son preocupantes. El portero Ederson, anteriormente una figura confiable, ya ha sido reemplazado en alguna ocasión esta temporada y cometió errores cruciales en la derrota ante el United.
El desafío para Guardiola no solo será reconstruir la plantilla, sino también recuperar la confianza y la mentalidad ganadora que definió al equipo en años anteriores.
El apoyo de los fanáticos y la esperanza de recuperación
Antes del partido, los fanáticos mostraron su apoyo a Guardiola con una pancarta inspirada en Barcelona que decía: “Més que un entrenador” (Más que un entrenador).
Ahora, más que nunca, Guardiola necesitará ser más que un entrenador. Aunque tiene los recursos financieros a su disposición, la presión está en él para devolver al City a la cima, sabiendo que sus rivales están cada vez más cerca.
Con un contrato recientemente renovado por dos años, Guardiola insiste en que todavía “quiere” seguir adelante, pero sabe que tiene un camino difícil por delante. Su expresión, con la cabeza en las manos tras la derrota, lo dijo todo: el Manchester City enfrenta su desafío más grande bajo su mando.